La integración del Sistema Financiero Nacional (SFN) en Ecuador cumple una función estratégica en la planificación, ejecución y control de las finanzas públicas, al articular los recursos financieros que respaldan tanto las políticas públicas como el desarrollo económico sostenible del país. De acuerdo con el Código Orgánico Monetario y Financiero (COMF), el SFN está conformado por el Banco Central del Ecuador (BCE), las entidades financieras públicas, privadas y del sector popular y solidario, así como por las aseguradoras y los actores del mercado de valores (COMF, 2014).
El BCE desempeña un rol fundamental como autoridad rectora de la política monetaria y financiera. Administra el sistema de pagos, gestiona las reservas internacionales y garantiza el buen funcionamiento del esquema de dolarización, vigente desde el año 2000. Su labor ha sido crucial para preservar la liquidez del sistema financiero, mantener la estabilidad macroeconómica y fortalecer la confianza de los ciudadanos en el dólar como moneda oficial.
La interacción entre las entidades financieras públicas y privadas influye de manera directa en la ejecución del Presupuesto General del Estado (PGE). A través de bancos públicos como el Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE) y el extinto Banco del Pacífico, se canalizan recursos para la inversión en infraestructura, programas sociales y proyectos productivos, como líneas de crédito para vivienda o emprendimientos rurales. Paralelamente, la banca privada complementa este esfuerzo mediante el financiamiento al sector productivo y la promoción de la inclusión financiera, ampliando el acceso a servicios bancarios para la población.