¿Por qué el cuerpo no almacena proteínas?
A diferencia de los carbohidratos y lípidos, que cuentan con formas específicas de almacenamiento como el glucógeno hepático y muscular o los triglicéridos en el tejido adiposo, el cuerpo humano no posee un sistema diseñado para almacenar proteínas con fines energéticos. Las proteínas no se acumulan como reserva; en cambio, forman parte de estructuras funcionales como músculos, enzimas, receptores y hormonas, siendo esenciales para la vida celular y el metabolismo normal (Guyton & Hall, 2016).
En condiciones de ayuno prolongado, enfermedades crónicas o estados hipermetabólicos como el cáncer, cuando se agotan las reservas de glucógeno y grasa, el cuerpo recurre a la degradación de las proteínas musculares. Los aminoácidos liberados se usan para la gluconeogénesis y la síntesis de proteínas esenciales (Mahan & Raymond, 2017). Esta pérdida de masa muscular es clínicamente significativa, ya que impacta funciones inmunológicas, fuerza, movilidad y recuperación general.
En la caquexia, común en el cáncer avanzado, hay un estado inflamatorio crónico que promueve el catabolismo proteico y suprime la síntesis de proteínas. Esto ocurre incluso si el paciente mantiene una ingesta calórica adecuada, llevando a pérdida progresiva de peso y masa magra (Tisdale, 2009). Dado que no existe una reserva proteica inactiva, la pérdida de proteínas implica daño funcional real, a diferencia de la pérdida de grasa, que puede ser más tolerable en el corto plazo.
Por ello, en pacientes con enfermedades críticas o crónicas, es esencial preservar la masa muscular a través de estrategias nutricionales y terapéuticas adecuadas.
Referencias bibliográficas:
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Guyton, A.C., & Hall, J.E. (2016). Tratado de fisiología médica (13.ª ed.). Elsevier.
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Mahan, L.K., & Raymond, J.L. (2017). Krause. Dietoterapia (14.ª ed.). Elsevier.
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Tisdale, M.J. (2009). Mechanisms of cancer cachexia. Physiological Reviews, 89(2), 381–410. https://doi.org/10.1152/physrev.00016.2008