Adicciones mas comunes en los jóvenes

Adicciones mas comunes en los jóvenes

de CEPEDA CONDO GENESIS BELEN -
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Una de las adicciones más prevalentes entre los jóvenes de 18 a 30 años en la actualidad es la adicción a los videojuegos y/o a las redes sociales. Ambas comparten patrones de comportamiento y consecuencias similares, y frecuentemente se entrelazan en la vida diaria de los jóvenes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido la adicción a los videojuegos como una condición de salud mental, caracterizada por una pérdida de control sobre el tiempo de juego, una priorización del juego sobre otras actividades vitales y la persistencia en el comportamiento a pesar de las consecuencias negativas en ámbitos como el familiar, social, académico o laboral.

Las causas de estas adicciones son diversas. Los videojuegos están diseñados con mecánicas de recompensa altamente adictivas que buscan mantener al usuario constantemente enganchado. Para muchos, tanto los videojuegos como las redes sociales se convierten en una vía de escape de la realidad, ofreciendo un refugio ante problemas personales, ansiedad o depresión. La presión social para estar al día, la búsqueda de validación y la necesidad de competir o mantener el estatus dentro de las comunidades en línea también contribuyen a un uso desmedido. Además, rasgos de personalidad como la baja autoestima o la impulsividad pueden predisponer a los jóvenes a desarrollar este tipo de adicciones.

Las consecuencias de estas adicciones son significativas y afectan múltiples aspectos de la vida del joven. A nivel físico, pueden surgir problemas como el sedentarismo, fatiga visual, dolores de cabeza, trastornos del sueño y una nutrición deficiente. Psicológicamente, se observa un aumento de la ansiedad, depresión, irritabilidad y cambios de humor. En el ámbito social, conducen al aislamiento, la reducción de interacciones presenciales y el abandono de otros hobbies. Académica y laboralmente, se traduce en un deterioro del rendimiento, falta de concentración y, en casos extremos, absentismo. Finalmente, a menudo generan conflictos familiares debido al tiempo excesivo dedicado a estas actividades.

Una solución factible y efectiva para abordar estas adicciones se basa en un enfoque integral que prioriza la prevención, la educación y la intervención. Es crucial educar a los jóvenes y sus familias sobre los riesgos del uso excesivo de pantallas, promoviendo una alfabetización digital que les permita comprender los mecanismos adictivos de estas plataformas. Esto debe ir de la mano con el establecimiento de límites claros y rutinas saludables, como la designación de horarios para el uso de pantallas y la creación de "zonas libres de tecnología" en el hogar.

Además, es fundamental fomentar el desarrollo de habilidades de afrontamiento y regulación emocional. Enseñar a los jóvenes técnicas para manejar el estrés y la ansiedad sin recurrir a las pantallas, así como promover actividades que fortalezcan su autoestima y sus habilidades sociales en la vida real, es esencial. El apoyo familiar, con una comunicación abierta y el modelado de un uso responsable de la tecnología por parte de los adultos, juega un papel vital. En los casos donde la adicción ya está establecida, la intervención profesional, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) y los grupos de apoyo, ofrece herramientas efectivas para modificar los patrones de comportamiento y pensamiento asociados a la adicción. El objetivo principal no es la prohibición, sino la promoción de un uso consciente, equilibrado y responsable de la tecnología que se integre de manera saludable en la vida de los jóvenes.