El síndrome compartimental es una emergencia médica caracterizada por un aumento de la presión dentro de un compartimento muscular cerrado, lo que compromete la circulación y la función de los tejidos dentro de ese espacio. Esta condición puede llevar a la isquemia y necrosis de músculos y nervios si no se trata de manera oportuna .
Desde la perspectiva de enfermería, es crucial reconocer los signos y síntomas tempranos para prevenir complicaciones graves. Uno de los primeros y más importantes síntomas es el dolor desproporcionado al tipo de lesión, que no se alivia con analgésicos y se intensifica con el estiramiento pasivo de los músculos afectados. Otros signos incluyen parestesia, palidez, parálisis, pulso disminuido o ausente, y presión conocido como las "6 P's" .
El diagnóstico del síndrome compartimental es principalmente clínico, pero puede confirmarse mediante la medición de la presión intracompartimental. Una presión dentro del compartimento que se aproxima o supera los 30 mmHg es indicativa de esta condición y requiere intervención quirúrgica inmediata mediante fasciotomía para aliviar la presión .
Me llamó la atención que, aunque el síndrome compartimental es más común en hombres menores de 35 años debido a traumatismos, también puede presentarse en otros contextos, como después de procedimientos quirúrgicos o en pacientes con yesos o vendajes demasiado ajustados . Esto resalta la importancia de una evaluación continua y detallada por parte del personal de enfermería.
No solo debemos estar atentos a los signos clínicos, sino también colaborar activamente en el seguimiento postoperatorio tras una fasciotomía, aplicando medidas como el uso adecuado de apósitos, el control del dolor, valoración de la función vascular periférica mediante 4 parámetros (llenado capilar, temperatura, coloración, sensibilidad), la prevención de infecciones y el acompañamiento emocional del paciente. El artículo también menciona el uso de la terapia VAC, una intervención en la que el personal de enfermería tiene un rol clave tanto en su instalación como en el seguimiento.
En conclusión, el síndrome compartimental es una condición grave que requiere una intervención rápida y eficaz. La enfermería desempeña un papel fundamental en la detección temprana, el manejo postoperatorio y la educación del paciente, lo que puede marcar la diferencia en los resultados clínicos y la calidad de vida del paciente.
Otras fuentes:
1) Piscil MGA. Síndrome compartimental. Ortho-tips. 2020;9(2):111-117. https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=44207
2) Molina AV. Síndrome compartimental agudo. Rev Med Cos Cen. 2019;72(615):239-242. https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumenI.cgi?IDARTICULO=66088