Este tema puede generar muchas ideas encontradas, pero creo que es importante hablarlo con claridad y sin prejuicios. El sadomasoquismo, aunque puede parecer extremo desde fuera, es una práctica consensuada entre adultos. Es decir, ambas personas están de acuerdo, saben lo que va a pasar, han hablado de sus límites y sobre todo, confían el uno en el otro. Hay una regla fundamental en todo esto: sin consentimiento, no hay juego.
En cambio, el abuso sexual con violación es todo lo contrario. Es un acto que ocurre sin el permiso de la otra persona, usando la fuerza, el engaño o el miedo. No hay respeto, no hay acuerdo, y sí hay daño. Es violencia, y debe ser reconocida como tal.
A veces se tiende a juzgar prácticas como el sadomasoquismo sin conocer el contexto, y se corre el riesgo de confundir algo que se hace desde el respeto mutuo con algo que es un delito. La clave está en el consentimiento. Si no hay un "sí" claro, informado y libre, entonces no puede considerarse una práctica sexual sana.
Creo que hablar de estos temas con apertura ayuda no solo a derribar estigmas, sino también a entender mejor cómo se ve y se respeta el consentimiento en cualquier relación.