Para facilitar el entendimiento y la diferencia entre sadomasoquismo y abuso sexual hay que recalcar dos conceptos importantes:
El sadomasoquismo es una práctica sexual que combina el sadismo (disfrute al infligir dolor) y el masoquismo (placer al recibirlo), enmarcado dentro del BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo). Esta conducta puede considerarse legal y no patológica siempre que exista consentimiento libre, informado, explícito, continuo y reversible entre adultos capaces.
Abuso sexual es todo acto de naturaleza sexual que se realiza sin el consentimiento libre y voluntario de la persona involucrada, o cuando esta no tiene la capacidad de otorgarlo, como en el caso de menores de edad, personas con discapacidad mental o bajo efectos de sustancias. Incluye una amplia gama de conductas que van desde el contacto físico no consentido, como tocamientos, hasta la penetración (violación), así como exhibicionismo, manipulación, intimidación o coacción con fines sexuales.
Desde el punto de vista médico-legal, la diferencia fundamental entre el sadomasoquismo y una violación radica en la presencia o ausencia del consentimiento. La violación implica el acceso carnal no consentido, mediante violencia, intimidación, amenaza o aprovechamiento de la vulnerabilidad de la víctima.
¿Cuales serían los puntos clave para la distinción?
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Consentimiento: En el sadomasoquismo, el dolor es consensuado, delimitado por acuerdos previos y códigos de seguridad ("palabra segura"), mientras que en la violación, hay ausencia total de consentimiento.
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Contexto de la práctica: En el sadomasoquismo curre en un marco erótico acordado, mientras que el abuso sexual es una agresión donde se violenta la autonomía y la integridad física y psicológica de la víctima.
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Lesiones: En el sadomasoquismo, pueden existir lesiones leves, simétricas o típicas de estas prácticas y en la violación, las lesiones son generalmente de defensa, localizadas en genitales, muslos, cara o extremidades, y sin justificación consensuada.
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Declaraciones y pericia psicológica: Las víctimas de violación suelen presentar síntomas de trauma y rechazo a la experiencia y en el sadomasoquismono suele haber impacto psicológico negativo si la práctica fue consensuada.
Finalmente, podemos decir que el consentimiento es el eje diferenciador entre una práctica sexual no convencional (como el sadomasoquismo) y un delito sexual (como la violación). Por tanto, el análisis clínico-forense debe centrarse en verificar la existencia de consentimiento válido, el tipo y patrón de lesiones, y el estado emocional de la presunta víctima.