La evaluación de los aprendizajes es fundamental en el proceso educativo. Por un lado, evaluar competencias prepara mejor a los estudiantes para enfrentar situaciones reales, fomentando el pensamiento crítico y la aplicación práctica del conocimiento. Esto facilita un aprendizaje significativo y duradero, además de desarrollar habilidades sociales y emocionales que forman personas más integrales. También promueve un aprendizaje activo y puede adaptarse a los diferentes estilos y ritmos de los estudiantes, lo que contribuye a una educación más personalizada y efectiva.
Sin embargo, por otro lado, la memorización y el dominio de contenidos teóricos son la base para construir conocimientos sólidos. Sin una comprensión adecuada de la teoría, las habilidades prácticas pueden volverse superficiales o incorrectas, limitando el desarrollo académico y profesional. Por lo tanto, un equilibrio entre ambos enfoques es esencial para garantizar que los estudiantes no solo sepan cómo aplicar lo aprendido, sino que también entiendan profundamente los fundamentos detrás de sus acciones.
referencia: González, M., & Rodríguez, J. (2016). Evaluación de los aprendizajes por competencias. Educación y Educadores, 19(2), 1–15. https://www.redalyc.org/journal/280/28069961009/html/