Tienes razón, aprender matemáticas no siempre es fácil. A muchas personas les cuesta porque tienen problemas para entender los números, hacer cuentas o resolver problemas. Estas dificultades pueden aparecer por varias razones: a veces el estudiante tiene problemas para recordar cosas, otras veces le da miedo equivocarse o no entiende bien cómo se le está enseñando. También pasa que los métodos que usan algunos profesores no se adaptan a todos los alumnos. Si las clases son muy difíciles o muy rápidas, hay estudiantes que se quedan atrás. Para mejorar esto, es importante enseñar de forma más clara y divertida. Por ejemplo, usando objetos que se puedan tocar, dibujos, juegos o ejercicios que se parezcan a cosas de la vida diaria. Así, las matemáticas se vuelven más fáciles de entender y menos estresantes.