Estoy de acuerdo con lo planteado, ya que reconoce que las dificultades de aprendizaje no son simples fallos, sino que responden a la manera en que cada cerebro procesa la información. Como señala Wood (2008), estas dificultades no son casuales, sino que se relacionan con factores didácticos, cognitivos, epistemológicos o actitudinales. Por eso, es fundamental que los estudiantes vivan experiencias significativas y variadas que les permitan conectar la matemática con su vida cotidiana. En este proceso, el docente cumple un rol clave como guía activo, contextualizando el currículo y acompañando el aprendizaje. Además, es importante entender que los errores no son obstáculos, sino oportunidades valiosas para construir conocimiento.
Bibliografia
Wood, P. N. (2008). Dificultades en el aprendizaje de la matemática. Revista sobre Estudios e Investigaciones del Saber Académico, 34. Obtenido de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9512999
Bibliografia
Wood, P. N. (2008). Dificultades en el aprendizaje de la matemática. Revista sobre Estudios e Investigaciones del Saber Académico, 34. Obtenido de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9512999