Tu texto transmite una reflexión profunda y muy empática sobre un tema complejo como lo es la Conquista de América. Lo que más destaca es el enfoque respetuoso y claro con el que abordas la necesidad de una disculpa por parte de España y la Iglesia. No lo planteas como una exigencia cargada con un resentimiento, sino como más como un gesto simbólico que puede abrir espacio al reconocimiento, la dignidad y la reconciliación.
Me parece especialmente valioso cómo aclaras que no se trata de culpar a las generaciones actuales, sino de asumir una responsabilidad histórica. Esa distinción es clave y evita caer en extremos. Además, conectas el pasado con el presente de manera acertada, mostrando cómo muchas desigualdades que sufren los pueblos que hoy tienen raíces profundas en ese proceso de colonización.
También valoré mucho que propongas una disculpa, para tener sentido real, debe ir acompañada de acciones concretas. Eso le da al texto coherencia y madurez. En definitiva, logras una mirada crítica pero serena, que no busca dividir, sino comprender y construir una memoria más justa.