La opinión de Melanie es una postura firme y emotiva a favor de que el Estado español y la Iglesia Católica pidan disculpas por los abusos cometidos durante la Conquista de América. Su argumento se basa en la idea de que reconocer errores históricos es un acto de valentía y responsabilidad moral, especialmente cuando aún persisten las consecuencias sociales, económicas y culturales de esa época. Destaca con fuerza el sufrimiento de los pueblos originarios, el impacto de las enfermedades, los trabajos forzados, y la violencia contra mujeres e indígenas. Su reflexión apela tanto a la justicia histórica como a la dignidad de los pueblos conquistados. Asimismo, considera que una disculpa tendría un valor simbólico profundo, más allá de lo político, como un gesto de sanación y respeto hacia las víctimas. La autora plantea que el orgullo no debe impedir un acto de reconciliación y que los líderes actuales tienen la oportunidad de cerrar heridas del pasado.