En fisioterapia, la valoración es el proceso mediante el cual el fisioterapeuta recopila información para establecer un diagnóstico y plan de tratamiento adecuado. Existen varios tipos de valoración fisioterapéutica, y pueden clasificarse según el enfoque o el momento en el proceso terapéutico. Aquí te detallo los principales:
1. Según el momento del tratamiento
Valoración inicial: Se realiza en el primer contacto con el paciente. Incluye historia clínica, exploración física y pruebas específicas.
Valoración continua: Se lleva a cabo durante el tratamiento para evaluar la evolución del paciente y hacer ajustes.
Valoración final: Se realiza al finalizar el tratamiento para valorar los resultados y la recuperación funcional.
2. Según el tipo de información recolectada
Valoración subjetiva: Basada en lo que el paciente relata (dolor, limitaciones, antecedentes, síntomas, etc.).
Valoración objetiva: Información cuantificable obtenida mediante pruebas físicas y observación clínica.
3. Según el área o sistema corporal
Valoración músculo-esquelética: Evalúa huesos, músculos, articulaciones, postura, rangos de movimiento, fuerza, etc.
Valoración neurológica: Se enfoca en reflejos, tono muscular, coordinación, sensibilidad, control motor, etc.
Valoración respiratoria: Incluye auscultación, expansión torácica, frecuencia respiratoria, espirometría, etc.
Valoración cardiovascular: Revisa signos vitales, tolerancia al esfuerzo, circulación periférica, etc.
Valoración funcional: Evalúa la capacidad del paciente para realizar actividades de la vida diaria (AVD).
4. Según el objetivo específico
Valoración diagnóstica: Determina el problema principal del paciente.
Valoración pronóstica: Estima el tiempo y grado de recuperación.
Valoración preventiva: Identifica factores de riesgo antes de que aparezcan lesiones o disfunciones.
Valoración ergonómica o laboral: Relacionada con el entorno de trabajo y su influencia sobre el cuerpo.