Después de ver el documental El Dilema de las Redes Sociales, me di cuenta de que usamos estas plataformas sin entender realmente cómo funcionan. Siempre las vemos como una forma de entretenernos, hablar con amigos o matar el tiempo, pero en el fondo están diseñadas para mantenernos enganchados el mayor tiempo posible. ¿Por qué? Porque mientras más tiempo pasamos frente a la pantalla, más dinero ganan con la publicidad que nos muestran.
Lo que más me impactó fue descubrir la cantidad de información que recogen sobre nosotros: lo que nos gusta, lo que vemos, lo que compartimos e incluso cuánto tiempo pasamos viendo algo. Usan todos esos datos para mostrarnos cosas que llaman nuestra atención, así seguimos ahí, sin darnos cuenta del tiempo que perdemos. Al principio parece inofensivo, pero poco a poco empezamos a ver el mundo desde una sola perspectiva. Es como si nos manipularan sin que nos demos cuenta.
El documental también habla de los efectos negativos que esto tiene, sobre todo en los jóvenes. Menciona problemas como la ansiedad, la depresión y la baja autoestima. Además, al mostrarnos solo lo que nos gusta o con lo que estamos de acuerdo, cada persona termina viendo una realidad diferente. Esto puede hacer que la sociedad se divida aún más. También hay mucha información falsa que se comparte sin verificar si es real o no.
Al final, entendí que no se trata de dejar las redes, sino de usarlas con más cuidado. Las redes sociales no solo nos consumen el tiempo, también pueden afectar cómo pensamos y sentimos. Por eso, es importante usarlas con conciencia.