La ética digital incluye principios morales que controlan el comportamiento en el entorno digital. Se centra en temas como el uso de la tecnología, la interacción en línea y la protección de datos. Es importante tomar decisiones deliberadas y responsables en un mundo interconectado para prevenir el abuso y proteger la privacidad en plataformas como las redes sociales e inteligencia artificial. El uso de datos causa serios problemas de privacidad y seguridad que requieren reflexión sobre la recopilación y el uso de información personal. La desinformación en las redes sociales contribuye a la desconfianza pública. Además, los algoritmos pueden reflejar sesgos que causan discriminación racial, de género o socioeconómica. La adicción digital también plantea problemas de salud mental. Finalmente, la ética de la inteligencia artificial debe tenerse en cuenta por la privacidad, la discriminación, la responsabilidad y su impacto en la sociedad. Es importante promover políticas que enfrenten estos desafíos éticos modernos (Pantaño, 2024).