El etileno desempeña un papel crucial en la maduración de los frutos, ya que acelera procesos fisiológicos esenciales como el cambio de color, textura y sabor, tal como ocurre en frutas como el plátano, el tomate y la manzana. Su biosíntesis está directamente relacionada con el aumento de la respiración celular y la transformación de componentes internos necesarios para la maduración. Además, participa en la senescencia, influyendo en el deterioro, almacenamiento y transporte de los frutos. En el ámbito agrícola, se emplean reguladores de crecimiento basados en etileno para controlar y sincronizar la cosecha, optimizando así la producción.
Referencia: Shulman, Y., & Repo, S. (2017). Aplicación práctica del etileno en tecnología poscosecha. Biología y tecnología poscosecha.