Es la habilidad de establecer acuerdos mutuamente beneficiosos mediante comunicación clara, reconocimiento de intereses y adaptación de estrategias. Incluye elementos de persuasión, empatía y control emocional.
Ejemplo: En una reunión, propones opciones flexibles para plazos de entrega entendiendo las limitaciones del otro, y llegas a un consenso que satisface a ambas partes.