Es un entorno comunicativo donde las personas se sienten seguras, escuchadas y libres para expresar sus ideas, sentimientos y opiniones sin temor a ser juzgadas o interrumpidas y este tipo de ambiente promueve la apertura, el respeto mutuo y la empatía, permitiendo una comunicación más efectiva y constructiva. Se caracteriza por la disposición a escuchar activamente, validar diferentes puntos de vista y buscar entendimiento en lugar de confrontación.
Analogía: Es como abrir una ventana para que entre aire fresco en una
habitación cerrada.