La Constitución debe abordar la interculturalidad porque reconoce y valora la diversidad cultural de un país. Incluir este principio permite garantizar los derechos de los distintos pueblos y nacionalidades, fomentando la convivencia respetuosa entre culturas. Además, fortalece la identidad nacional al incluir diferentes formas de pensar, vivir y organizarse. También ayuda a crear leyes y políticas más justas e inclusivas, que tomen en cuenta las necesidades reales de todas las comunidades.
Alcocer Henry.