La vida de un foraneo

La vida de un foraneo

de CUYO VEGA GINA MONSERRATH -
Número de respuestas: 0

Ser foráneo es mucho más que mudarse de ciudad o país. Es comenzar de nuevo. Es dejar atrás el hogar, la familia, los sabores conocidos y los abrazos seguros, para adentrarse en lo desconocido, con una maleta llena de sueños y un poco de miedo.

Cada día es un reto: aprender a cocinar, administrar el dinero, lidiar con la soledad, entender nuevas costumbres y adaptarse a otro ritmo de vida. Pero también es descubrir tu verdadera fuerza. Es aprender a valorar lo que antes dabas por hecho: una comida casera, una conversación con mamá, el cariño de tus amigos de toda la vida.

Aunque hay momentos difíciles —como cuando enfermas y no está mamá para cuidarte, o cuando extrañas tu cama y tu cuarto lleno de recuerdos— también hay momentos que te transforman. Como cuando haces nuevos amigos, encuentras apoyo en personas desconocidas, y poco a poco, construyes tu propio espacio, tu segundo hogar.

Ser foráneo es crecer. Es llorar de nostalgia, pero también reír con nuevas anécdotas. Es aprender a estar contigo mismo, a caer y levantarte, y a valorar cada logro, por pequeño que sea.

Al final, la vida de un foráneo no es fácil, pero sí profundamente valiosa. Porque en el camino, te descubres a ti misma.