La integración del Sistema Financiero Nacional (SFN) en Ecuador influye directamente en la planificación, ejecución y control de las finanzas públicas, pues este sistema articula las instituciones financieras públicas, privadas y populares para canalizar recursos que apoyan el desarrollo económico y social del país.
Según el Código Orgánico Monetario y Financiero (COMF), el SFN está conformado por varios sectores: el financiero público (bancos y corporaciones públicas), el financiero privado, y el popular y solidario (cooperativas y cajas de ahorro). Entre las instituciones clave están la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera, el Banco Central del Ecuador (BCE), la Superintendencia de Bancos, la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria y la Corporación de Seguro de Depósitos.
El Banco Central del Ecuador juega un rol fundamental como depositario del sector público y encargado de implementar la política monetaria, crediticia y cambiaria, además de regular el sistema nacional de pagos y supervisar la estabilidad financiera. Su función es crucial para garantizar que la intermediación financiera sea eficiente y que los recursos públicos se canalicen adecuadamente hacia sectores productivos y programas sociales, contribuyendo así a la ejecución del Presupuesto General del Estado y a la estabilidad macroeconómica.
La articulación entre entidades financieras públicas y privadas permite que el Estado ejecute políticas fiscales y sociales con mayor efectividad. Por ejemplo, bancos públicos como BanEcuador facilitan créditos orientados a sectores productivos y grupos vulnerables, alineándose con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo. Esto fortalece la inclusión financiera y la bancarización, aspectos críticos en un país dolarizado como Ecuador, donde la confianza en el sistema financiero es esencial para evitar crisis bancarias y asegurar la liquidez necesaria para la ejecución presupuestaria.
Finalmente, el control y supervisión del SFN se realiza a través de organismos como la Superintendencia de Bancos y la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, que garantizan la estabilidad del sistema mediante regulaciones estrictas, monitoreo de riesgos y protección de los depósitos ciudadanos, asegurando así que las finanzas públicas se manejen con transparencia y eficiencia.
En conclusión, la integración del Sistema Financiero Nacional en Ecuador es un pilar estratégico para la planificación, ejecución y control de las finanzas públicas, ya que facilita la canalización eficiente de recursos, promueve la inclusión financiera y asegura la estabilidad económica mediante una regulación y supervisión adecuadas.