La integración del Sistema Financiero Nacional (SFN) en Ecuador desempeña un rol crucial en la planificación, ejecución y control de las finanzas públicas, ya que canaliza recursos, promueve la estabilidad económica y apoya el desarrollo de políticas públicas alineadas con el Plan Nacional de Desarrollo (PND).
Mecanismos de control y supervisión del Sistema Financiero Nacional para garantizar su estabilidad
1. Supervisión por la Superintendencia de Bancos y Seguros:
Regula y supervisa a las instituciones financieras privadas (bancos, cooperativas, mutualistas) para garantizar su solidez y cumplimiento de normas.
2. Superintendencia de Economía Popular y Solidaria:
Supervisa a las cooperativas de ahorro y crédito, asegurando que cumplan con los estándares de gestión de riesgos y protección al usuario.
3. Programa de Evaluación del Sector Financiero (PESF) del FMI:
Evalúa la resiliencia del SFN frente a shocks macrofinancieros. En 2023, el FMI destacó la necesidad de reforzar la capitalización de las instituciones y abordar problemas de solvencia y liquidez para preservar la confianza.
4. Rol del Banco Central del Ecuador:
Aunque limitado por la dolarización, el BCE colabora con el MEF para mantener la liquidez y estabilidad del sistema, ejecutando políticas económicas que apoyen la solidez del SFN.
5. Transparencia y educación financiera:
La Superintendencia publica información actualizada sobre el SFN, incluyendo estadísticas y normativas, para facilitar decisiones informadas por parte de los usuarios y garantizar la confianza en el sistema.
Desafíos de la inclusión financiera y la bancarización en Ecuador desde el sistema financiero integrado
1. Baja tasa de bancarización:
La falta de acceso a servicios financieros en zonas rurales y entre poblaciones vulnerables (mujeres, jóvenes, personas en pobreza) limita la inclusión financiera.
2. Represión de tasas de interés:
Esto dificulta la creación de productos financieros adaptados a las necesidades de poblaciones no bancarizadas.
3. Brecha digital y alfabetización financiera:
La falta de educación financiera reduce la confianza y el uso de productos bancarios, especialmente entre poblaciones de bajos ingresos.
4. Limitaciones normativas e institucionales:
El marco institucional para la supervisión financiera es complejo y carece de coordinación, lo que puede retrasar la implementación de políticas de inclusión.
5.Impacto de crisis externas:
Eventos como la pandemia de COVID-19 han evidenciado la necesidad de estrategias flexibles para enfrentar emergencias, como la virtualización de servicios y el uso de fintech.
6. Desigualdad en el acceso a servicios financieros:
Aunque iniciativas como los corresponsales no bancarios han promovido la bancarización en áreas urbanas, las zonas rurales siguen desatendidas, lo que limita la inclusión de sectores marginados.