El proceso de curtido de pieles con taninos vegetales presenta varias limitaciones frente al proceso de curtido al cromo tradicional. Según el paper titulado "Fabricación sostenible de cuero sin metales mediante efectos sinérgicos del derivado de triazina y taninos vegetales" los taninos vegetales, aunque amigables con el medio ambiente, tienen menor estabilidad térmica, ya que, los cueros curtidos con taninos vegetales alcanzan temperaturas de contracción (Ts) entre 75–85 °C, mientras que los curtidos al cromo superan los 100 °C, lo que los hace más resistentes al calor.
También, los taninos forman principalmente enlaces de hidrógeno e interacciones hidrofóbicas con el colágeno, menos estables que los enlaces covalentes del cromo, lo que resulta en cueros menos resistentes mecánicamente. Otra limitación es que se requieren dosis elevadas (25–30% en peso) de taninos, frente al 3–5% de sales de cromo, incrementando costos.
Otro desafío es que los taninos vegetales como por ejemplo de la acacia y el quebracho tienen composiciones heterogéneas, afectando la uniformidad del cuero. Además, los taninos no son ideales para cueros que requieren alta flexibilidad o resistencia al agua, como calzado técnico o tapicería automotriz.
DOI: 10.1186/s42825‑022‑00108‑0