Los números enteros son muy útiles en química porque ayudan a expresar con claridad aspectos como las cargas de los átomos, los electrones que ganan o pierden, y los niveles de energía que alcanzan. Por ejemplo, cuando un elemento se convierte en ion, su carga se representa con un número entero, como +1 o -2. Esto es clave para entender cómo se forman los compuestos químicos y cómo interactúan entre sí los elementos.
También se emplean al ajustar ecuaciones químicas, donde se deben usar números enteros como coeficientes para que la cantidad de átomos sea la misma antes y después de la reacción. En otras áreas, como la energía química, los signos positivos o negativos indican si una sustancia libera o absorbe calor. En resumen, los números enteros hacen posible describir muchos procesos químicos de manera precisa y ordenada.