En los últimos años, las dietas de moda se han popularizado como soluciones rápidas para bajar de peso, aunque suelen carecer de base científica y pueden afectar la salud. Estas dietas restringen grupos alimenticios esenciales, generando desequilibrios metabólicos y deficiencias nutricionales, lo que revela una desconexión con la verdadera función de la nutrición: mantener un equilibrio duradero que beneficie la salud integral.

Un ejemplo reciente en redes sociales es la “dieta del agua con limón y sal rosa”, que promete desintoxicar el cuerpo y acelerar el metabolismo mediante el consumo frecuente de esta mezcla. Sin embargo, no hay evidencia científica que respalde estos efectos, y el consumo excesivo de sal puede causar problemas como desequilibrios electrolíticos o hipertensión. Este tipo de dietas demuestra cómo mensajes sencillos pueden ocultar prácticas ineficaces o riesgosas, desviando a las personas de hábitos nutricionales saludables y sostenibles.