Una de las adicciones más comunes entre los jóvenes de 18 a 30 años es:
La adicción a las redes sociales.
La adicción a las redes sociales es un tipo de adicción comportamental, caracterizada por un uso excesivo, compulsivo y descontrolado de plataformas como Instagram, TikTok, Facebook, X (antes Twitter), entre otras. A menudo, esta conducta interfiere con la vida diaria del individuo, afectando su rendimiento académico, laboral, sus relaciones interpersonales y su salud mental.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque todavía no está reconocida como un trastorno específico en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), sí existen señales clínicas que indican una relación problemática con estas plataformas, similares a las observadas en otras adicciones comportamentales como el juego patológico.
Consecuencias frecuentes
- Ansiedad y depresión
- Trastornos del sueño
- Baja autoestima por comparación constante
- Aislamiento social en la vida real
- Disminución de la productividad
Varios estudios realizados por diferentes autores han revelado que el uso de redes sociales activa los centros de recompensa del cerebro de forma similar a sustancias como la nicotina o el alcohol, lo que genera un ciclo de refuerzo que mantiene la conducta adictiva.
Solución factible
Una solución viable y con base científica es la implementación de programas de desintoxicación digital combinados con intervención psicológica cognitivo-conductual (TCC). Esta terapia ayuda al joven a identificar los patrones de pensamiento que lo llevan al uso excesivo y a modificar sus hábitos de manera gradual y sostenible.
- Limitar el uso de redes sociales a horarios específicos
- Desinstalar aplicaciones por períodos determinados
- Sustituir el tiempo de pantalla con actividades presenciales o físicas
- Recibir apoyo terapéutico para reforzar la autoestima y habilidades sociales
Referencia bibliográfica
Organización Mundial de la Salud (OMS). (2022). Salud mental y tecnologías digitales: un marco de acción.