Una de las adicciones más comunes en jóvenes de entre 18 y 30 años es el consumo excesivo de alcohol, especialmente cuando se combina con el uso excesivo de redes sociales. Estas conductas pueden parecer inofensivas en un principio, pero con el tiempo pueden afectar la salud física, emocional y social de las personas. El alcoholismo, por ejemplo, puede llevar a problemas de salud como daño en órganos, dependencia emocional, dificultades en las relaciones y problemas laborales.
Por otro lado, el uso excesivo de redes sociales puede generar ansiedad, baja autoestima, insomnio y una sensación de aislamiento. Una solución factible y efectiva sería buscar apoyo en profesionales especializados, como terapeutas o consejeros, que puedan ayudar a entender las causas del consumo excesivo y ofrecer estrategias para reducirlo. Además, es importante fomentar actividades alternativas que llenen el tiempo y la mente, como practicar deportes, hobbies o pasar tiempo con amigos y familia en ambientes saludables. También puede ser útil establecer límites claros en el uso de redes sociales y crear hábitos de vida equilibrados.