La teoría de Vygotsky es fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje porque plantea que el conocimiento se construye a través de la interacción social. El aprendizaje no es un acto individual, sino un proceso guiado por la comunicación y el entorno cultural. Uno de sus aportes más importantes es el concepto de Zona de Desarrollo Próximo (ZDP), que se refiere a la distancia entre lo que un estudiante puede hacer por sí solo y lo que puede lograr con la ayuda de alguien más experimentado. En este sentido, el docente cumple un rol esencial como mediador, ofreciendo apoyo temporal (andamiaje) para que el estudiante avance en su aprendizaje. Además, Vygotsky destaca el papel del lenguaje como herramienta principal del pensamiento, ya que permite organizar, expresar y desarrollar ideas. También resalta la importancia del contexto cultural, ya que el entorno en el que crece el alumno influye directamente en su forma de aprender. Por eso, su teoría promueve una enseñanza centrada en el estudiante, activa, participativa y conectada con su realidad. En conclusión, Vygotsky nos enseña que se aprende mejor en compañía, con apoyo adecuado y dentro de un contexto social y cultural significativo.