Título: Asambleístas del Azuay rechazan minería en zonas protegidas: “¡No fuimos consultados!”
Fecha: 09 de junio de 2025
Reflexión:
La denuncia de los asambleístas del Azuay sobre la concesión minera en zonas protegidas, específicamente en el ecosistema de Quimsacocha, evidencia un conflicto crítico entre la protección constitucional de la naturaleza y los intereses extractivos que buscan imponerse sin respetar el debido proceso.
La frase “¡No fuimos consultados!” es una expresión de rechazo y un firme pronunciamiento que nos recuerda que la consulta previa, libre e informada no es un mero trámite administrativo, sino un derecho constitucional que garantiza la participación legítima de las comunidades en decisiones que afectan directamente su entorno y calidad de vida, especialmente al considerar que Quimsacocha y sus zonas aledañas representan ecosistemas frágiles de gran importancia ambiental, pues funcionan como fuentes vitales de recarga hídrica, asegurando el abastecimiento de agua potable a las comunidades del Azuay.
Por ello, la minería no solo implica un riesgo ecológico, sino que representa una amenaza directa a los derechos colectivos, un atentado contra el medio ambiente y una afrenta a la democracia y a la confianza que las comunidades depositan en sus instituciones. Más aún, el reconocimiento vinculante de las consultas populares realizadas en Girón (2019) y Cuenca (2021) obliga a respetar las decisiones colectivas y a evitar cualquier acción que las contradiga o menoscabe.