La comunicación digital puede verse interrumpida en varios momentos que, aunque a veces parecen simples fallos técnicos, afectan bastante la forma en que nos conectamos. Uno de los más comunes es cuando falla el internet, ya sea por problemas del proveedor, falta de datos móviles o una mala conexión Wi-Fi. También puede pasar que se caigan plataformas como WhatsApp, Instagram o Zoom, lo que interrumpe clases, reuniones o conversaciones importantes.
Otro momento típico es cuando hay errores en los dispositivos: un celular sin batería, una computadora que se traba o se reinicia sola, o incluso problemas con el micrófono o la cámara, especialmente en videollamadas. A eso se le suman las interrupciones por saturación de redes, como en eventos masivos o fechas especiales (tipo Año Nuevo), donde los mensajes se retrasan o no llegan.
Además, hay interrupciones menos obvias pero igual de importantes, como cuando hay mala señal en zonas rurales o durante un viaje. Y por supuesto, no podemos olvidar los errores humanos: mandar mensajes al chat equivocado, no responder a tiempo o interpretar mal lo que alguien quiso decir por falta de tono o contexto.