alimentos transgénicos y no transgénicos

alimentos transgénicos y no transgénicos

de ACURIO AGUIAR DOMENICA ALEXANDRA -
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Ventajas: 

Los alimentos transgénicos pueden aumentar significativamente la producción agrícola porque son más resistentes a plagas, enfermedades y condiciones climáticas difíciles. Esto ayuda a reducir las pérdidas y puede mejorar el rendimiento en un 20 a 30% cuando el ambiente es adverso. Además, permiten un uso más eficiente de recursos como el agua, fertilizantes y pesticidas, lo que no solo reduce costos, sino también el impacto ambiental que suele generar el uso excesivo de agroquímicos

Desventajas:

Sin embargo, hay inquietudes legítimas sobre cómo estos alimentos pueden afectar la salud humana. Por ejemplo, podrían causar alergias o tener efectos tóxicos que aún no se han estudiado a fondo a largo plazo. En cuanto al medio ambiente, existe el riesgo de que se contaminen genéticamente otras plantas, que surjan plagas resistentes y que se pierda biodiversidad, lo que podría debilitar la capacidad de los ecosistemas para recuperarse.

Alimentos no transgénicos:

Por otro lado, los alimentos no transgénicos están vinculados a la conservación de la biodiversidad y a la protección de semillas nativas, algo especialmente valioso en países con gran diversidad como Ecuador. Este tipo de producción fomenta prácticas agroecológicas más sostenibles, que dependen menos de insumos externos y patentes, beneficiando a pequeños agricultores y comunidades rurales. No obstante, pueden ser menos productivos frente a plagas o condiciones climáticas difíciles, lo que podría limitar la capacidad del país para enfrentar crisis alimentarias.

Recomendación para Ecuador:

Teniendo en cuenta el marco legal, ambiental y social del país, lo más recomendable es apostar por la producción de alimentos no transgénicos, apoyados en modelos agroecológicos y mejoramiento genético tradicional. Esto se debe a que la Constitución y las leyes ecuatorianas prohíben la siembra comercial de transgénicos, salvo excepciones muy limitadas para investigación, y buscan proteger la soberanía alimentaria y la diversidad genética. Además, Ecuador, al ser un país megadiverso, tiene la responsabilidad de cuidar sus recursos naturales y evitar riesgos como la contaminación genética y la pérdida de diversidad que podrían traer los cultivos transgénicos.