En los videos se aborda la creación de dos clases de trabajos académicos: el informe y el ensayo. El primer video nos guía sobre cómo desarrollar un informe, resaltando su objetividad, formato estructurado y la relevancia de organizar la información de forma concisa y lógica. El informe se centra en mostrar datos, resultados y análisis de manera organizada, siguiendo secciones como inicio, desarrollo, cierre y apéndices. El segundo video muestra cómo hacer un ensayo, enfatizando que es un texto subjetivo y argumentativo, donde el autor expresa una idea o pensamiento sobre un tema, basado en argumentos y ejemplos.
Entre las diferencias clave, notamos que el informe busca informar de forma objetiva, mientras que el ensayo tiene un fin más subjetivo: convencer o invitar a la reflexión. El informe sigue una estructura técnica y definida, mientras que el ensayo es más flexible en estilo y formato. Además, el lenguaje del informe suele ser impersonal, basado en datos y hechos concretos, mientras que en el ensayo se permite un estilo más personal y expresivo.
Aun así, también muestran similitudes relevantes. Los dos requieren de una preparación previa, búsqueda de información fiable y una redacción lógica y clara. Tanto en el informe como en el ensayo, se necesita un comienzo, un desarrollo con ideas organizadas y un cierre convincente. De igual forma, en ambos casos es vital revisar el texto para corregir fallos y verificar que cumpla con su meta comunicativa.
En suma, estos videos ayudan a entender que, aunque el informe y el ensayo tienen estilos y propósitos distintos, comparten aspectos técnicos y metodológicos esenciales. Ambos requieren habilidades de análisis, síntesis y una correcta expresión escrita para transmitir de forma eficaz el mensaje.
Para concluir, los videos brindan herramientas útiles para distinguir y crear correctamente un informe o un ensayo según el objetivo que se persiga. Si se busca mostrar datos y resultados de forma organizada, el informe es el formato ideal. En cambio, si se desea reflexionar y argumentar una idea personal, el ensayo es más adecuado. Ambos son formas valiosas de comunicación académica que, bien empleadas, enriquecen el proceso de expresión y aprendizaje.