La mediación es muy importante cuando hay conflictos en un grupo, ya sea en el trabajo o en el aula. Ayuda a que las personas puedan hablar y entenderse, en lugar de seguir discutiendo o peleando. Un mediador, que puede ser un profesor o alguien neutral, escucha a las partes y les ayuda a encontrar una solución justa para todos. Esto evita que el problema se haga más grande y mejora la convivencia.
Un ejemplo que ha pasado es en el curso Segundo A de la Carrera de Contabilidad y Auditoría de la Universidad Nacional de Chimborazo, es cuando un grupo tenía que preparar una exposición y dos compañeros empezaron a tener problemas. Uno decía que estaba haciendo todo el trabajo, y el otro sentía que no le dejaban opinar. La tensión empezó a afectar al grupo completo. En ese caso, si el docente hubiera mediado, escuchando a ambos con calma y ayudándoles a organizarse mejor, se habría evitado el mal ambiente. Con una buena conversación, podrían haber llegado a un acuerdo y seguir trabajando en armonía.
Por eso creo que la mediación es una herramienta muy útil para evitar conflictos y mejorar el trabajo en equipo.