Una paciente solicita un blanqueamiento dental extremo y la colocación de carillas de porcelana en todos sus dientes anteriores, a pesar de que su dentición es sana, sin restauraciones previas, y presenta solo ligeras tinciones que podrían resolverse con un blanqueamiento más conservador. La paciente insiste en que su deseo es tener una "sonrisa perfecta de celebridad" y está dispuesta a pagar cualquier costo. Usted, como odontólogo, considera que el procedimiento es excesivamente invasivo para una dentición sana y podría comprometer la vitalidad pulpar a largo plazo sin una justificación clínica sólida.
Interrogantes: ¿Tiene el odontólogo el derecho de negarse a realizar un procedimiento solicitado por el paciente si considera que no es clínicamente necesario o que va en contra de su juicio profesional y el principio de no maleficencia, especialmente en un contexto estético? ¿Dónde está el límite entre la autonomía del paciente y la responsabilidad ética del profesional?