Usted trabaja en una clínica dental donde el propietario presiona a los odontólogos para que alcancen cuotas mensuales de tratamientos de alto costo, como implantes o tratamientos estéticos complejos. Se le sugiere "orientar" a los pacientes hacia estos tratamientos, incluso cuando existan alternativas más sencillas, económicas y clínicamente adecuadas para su condición. Un paciente de escasos recursos económicos presenta un molar con una caries extensa pero restaurable, y el propietario le sugiere enfáticamente que proponga la extracción y un implante.
Interrogantes: ¿Cómo maneja la presión para generar ingresos frente a la obligación de ofrecer el tratamiento más apropiado y menos oneroso para el paciente? ¿Es ético "sobrediagnosticar" o proponer tratamientos más complejos de lo necesario por beneficio económico?