Tu análisis es muy acertado y refleja una comprensión clara de la vulnerabilidad estructural que enfrenta el Ecuador debido a su alta dependencia de los ingresos petroleros. Coincido contigo en que la cuenta de "Ingresos no tributarios – Venta de petróleo" ha sido históricamente un factor clave que condiciona tanto el crecimiento del gasto público como la sostenibilidad fiscal en momentos de crisis.
Me parece muy pertinente que menciones la diferencia con países como Colombia o Perú, ya que efectivamente, aunque también son exportadores de recursos naturales, han logrado una mayor resiliencia fiscal gracias a políticas contracíclicas más robustas, fondos de estabilización e incentivos a sectores no tradicionales. Por ejemplo, Perú cuenta con el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF), que ha sido utilizado estratégicamente para suavizar los impactos económicos de caídas en los ingresos.
En el caso ecuatoriano, la dolarización ciertamente limita el margen de acción de la política monetaria, lo cual aumenta la necesidad de contar con un sistema fiscal más diversificado y predecible. Aquí es donde el Plan de Cuentas Nacionales cobra aún más importancia, ya que permite monitorear con detalle la composición de los ingresos y diseñar estrategias de política pública basadas en datos más realistas y estructurados.
Considero que un desafío pendiente es mejorar la capacidad de anticipación y respuesta fiscal ante choques externos, lo cual implica fortalecer tanto la institucionalidad presupuestaria como la cultura de ahorro en tiempos de bonanza.
Me parece muy pertinente que menciones la diferencia con países como Colombia o Perú, ya que efectivamente, aunque también son exportadores de recursos naturales, han logrado una mayor resiliencia fiscal gracias a políticas contracíclicas más robustas, fondos de estabilización e incentivos a sectores no tradicionales. Por ejemplo, Perú cuenta con el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF), que ha sido utilizado estratégicamente para suavizar los impactos económicos de caídas en los ingresos.
En el caso ecuatoriano, la dolarización ciertamente limita el margen de acción de la política monetaria, lo cual aumenta la necesidad de contar con un sistema fiscal más diversificado y predecible. Aquí es donde el Plan de Cuentas Nacionales cobra aún más importancia, ya que permite monitorear con detalle la composición de los ingresos y diseñar estrategias de política pública basadas en datos más realistas y estructurados.
Considero que un desafío pendiente es mejorar la capacidad de anticipación y respuesta fiscal ante choques externos, lo cual implica fortalecer tanto la institucionalidad presupuestaria como la cultura de ahorro en tiempos de bonanza.