Noticia Semana No.10

Noticia Semana No.10

de AUQUILLA MAYGUALEMA LUIS JAVIER -
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Título: Cazadores entran a bosques protegidos de Guayaquil: Más de 300 animales han sido rescatados por la policía ambiental en la zona 8.

Fuente:

  1. El Universo. (02 de junio de 2025). Cazadores entran a bosques protegidos de Guayaquil: Más de 300 animales han sido rescatados por la Policía Ambiental en la Zona 8. https://www.eluniverso.com/noticias/informes/cazadores-entran-a-bosques-protegidos-de-guayaquil-mas-de-300-animales-han-sido-rescatados-por-la-policia-ambiental-en-la-zona-8-nota/
  2. Expedientes. (02 de junio de 2025). Cacería ilegal amenaza bosques protegidos de Guayaquil. https://expedientes.ec/caceria-ilegal-amenaza-bosques-protegidos-de-guayaquil/

Fecha: 02 de junio de 2025

Reflexión:

La publicación de la noticia demuestra una preocupante realidad acerca de la preservación de la biodiversidad en Ecuador. Pese a los intentos de salvaguardar áreas naturales como el Bosque y Vegetación Protector Prosperina, estos lugares continúan siendo colonizados por cazadores ilícitos, incluso en zonas urbanas y académicas como la ESPOL, en Guayaquil. Lo que debería ser un refugio para especies en situación de vulnerabilidad se transforma en un sitio de riesgo para diversas formas de vida

La existencia de cazadores armados en áreas protegidas no solo supone un peligro directo para la fauna silvestre, sino que también muestra un entramado de actividades delictivas más sofisticadas, que abarca el tráfico de carne de monte y su venta en establecimientos urbanos. Además de ser ilegal, este comportamiento pone a la población en riesgo de enfermedades zoonóticas (transmisibles de animales a humanos), como el caso del armadillo, que puede contener bacterias parecidas a las de la lepra.

La labor de rescate llevada a cabo por la Unidad de Protección del Medio Ambiente (UPMA) ha conseguido rescatar más de 300 especies animales durante el presente año, entre ellas reptiles, mamíferos y aves como loros, zarigüeyas y serpientes. Sin embargo, este caso de éxito no debe confundirse como una victoria, sino debe entenderse como un ejemplo evidente de la seriedad de la circunstancia. Esto quiere decir que la necesidad de rescatar tal cantidad de animales indica que los ecosistemas se encuentran bajo una amenaza constante.

También se resalta en el reportaje la abundancia biológica que reside en estos bosques: desde hongos que señalan la pureza del aire, hasta tarántulas, ranas, aves carpinteras y pequeños riachuelos que mantienen una cadena de vida casi imperceptible. Es destacado el valor del trabajo de los científicos, como Julián Pérez, que no solo se dedican a la investigación de la fauna, sino que también se mantiene alerta a peligros de los cazadores. Su trabajo nos vincula con un valor esencial en la salvaguarda del saber y la protección de la vida como acciones de compromiso social.

Finalmente, esta noticia debería sensibilizarnos a que los crímenes ambientales no se producen únicamente en áreas remotas o desconocidas. La protección de los bosques y de las especies que los habitan no es una labor única de las autoridades o de los científicos; sino que es una responsabilidad conjunta que requiere supervisión, sensibilidad, educación y acción constante.