La demanda de Guillermo Lasso contra el periodista Andersson Boscán por daño moral, en respuesta a las investigaciones sobre presunta corrupción durante su gobierno, ha encendido un debate sobre libertad de prensa en Ecuador. Organizaciones como Fundamedios advierten que estas acciones pueden convertirse en una forma de censura si se usan para intimidar al periodismo de investigación. Mientras tanto, Boscán enfrenta no solo demandas civiles, sino también una investigación penal y amenazas que lo obligaron a salir del país, lo que evidencia el riesgo que corren los periodistas que denuncian abusos de poder. El caso también refleja una tensión creciente entre el poder político y el periodismo crítico en Ecuador. Mientras Lasso afirma que sus acciones buscan proteger su honra frente a acusaciones infundadas, muchos ven en estas demandas un intento de silenciar voces incómodas. Este escenario pone a prueba la solidez democrática del país, ya que el uso del sistema judicial para enfrentar a periodistas puede sentar un precedente peligroso y desalentar futuras investigaciones sobre corrupción y abuso de poder