Como tal, el libro menciona varios tipos de refino de petróleo, los mismos que se pueden clasificar en los siguientes esquemas principales:
- Tipo de refino, Topping: Este es el proceso más simple de refino, donde el crudo se destila en una columna para separar los diferentes componentes según sus puntos de ebullición. Se obtienen productos como naftas, querosenos y gasóleos, pero no se realiza conversión de los residuos.
- Tipo de refino, Hydroskimming: Este proceso incluye la destilación atmosférica (topping) y procesos adicionales de mejora de calidad, como el hidrotratamiento, que reduce el contenido de azufre y mejora las propiedades de los productos obtenidos.
- Tipo de refino, Conversión: En este esquema se busca transformar fracciones pesadas del crudo en productos más ligeros y valiosos. Esto incluye procesos como el cracking (térmico y catalítico) y el reformado.
- Tipo de refino, Conversión profunda: Este es un proceso más complejo que permite maximizar la producción de productos ligeros a partir de crudos pesados. Incluye técnicas como la coquización y el hydrocracking.
Otros procesos y esquemas: La mayor exigencia en la calidad de los combustibles, tanto gasolinas como gasóleos, viene favoreciendo la incorporación de procesos de mejora para producir productos de mayor calidad a costa de unos mayores costes de operación y una mayor inversión inicial. Estos procesos son siempre procesos de hidrogenación, normalmente severa y para producir productos más ligeros vía cracking o bien productos de mejor calidad, como pueden ser la hidrodesulfuración para eliminar el azufre o la hidrodesaromatización para obtener mejor nivel de cetano.