Un ensayo, en general, se compone de tres partes principales: introducción, desarrollo y conclusión.
1. Introducción:
- Se introduce el tema principal del ensayo, lo que se discutirá y se quiere comprender.
- Declaración de la tesis: Se presenta la postura o la idea principal que el autor defenderá a lo largo del ensayo.
- Contextualización: Se proporciona información relevante para que el lector entienda el contexto y la importancia del tema.
Argumentos:
Se exponen los argumentos que respaldan la tesis, cada argumento se debe desarrollar en su propio párrafo.
Ejemplos y evidencias: Se incluyen ejemplos, datos, citas o referencias que apoyen los argumentos.
Contraargumentos y refutaciones: Se pueden incluir contraargumentos y se deben refutar para fortalecer la tesis.
3. Conclusión:
Resumen de la tesis: Se recapitula la tesis principal y se resumen los puntos clave del ensayo.
Reflexión final: Se ofrece una reflexión final sobre el tema, se pueden proponer posibles pasos a futuro o nuevas perspectivas.
Adicionalmente, un ensayo puede incluir:
Título: Debe ser claro y conciso, reflejando el tema del ensayo.
Fuentes consultadas: Se debe incluir una lista de las fuentes utilizadas, siguiendo las normas de formato APA o MLA. Anexos (opcional): Pueden incluirse anexos como tablas, gráficos o imágenes que complementen el ensayo.
En resumen, la estructura de un ensayo sigue un flujo lógico: introduce el tema y la tesis, desarrolla la argumentación y finalmente concluye con una reflexión final, reforzando la idea principal.