En este video nos muestra cómo estandarizar un proceso correctamente dentro del contexto del Sistema de Producción Toyota. Se explica que la estandarización no solo permite mantener la calidad y eficiencia en las operaciones, sino que también sirve como punto de partida para la mejora continua. Al estandarizar, se define una forma ideal de hacer el trabajo, permitiendo que todos los operarios realicen una actividad de la misma manera. Si no hay un estándar establecido, cada trabajador puede ejecutar la tarea a su criterio, generando variaciones en los resultados. Estas variaciones pueden provocar errores, desperdicios y pérdida de tiempo, lo que afecta directamente la productividad de la empresa. Por eso, Toyota plantea que si no hay estándar, no puede haber mejora porque no se puede optimizar lo que no está definido. La estandarización también permite identificar fácilmente los problemas y aplicar acciones correctivas de manera oportuna.
El video detalla seis elementos esenciales que deben considerarse al momento de estandarizar un proceso, además de un séptimo que es opcional pero útil. Los elementos clave para una correcta estandarización de procesos, según el sistema de producción de Toyota, son: la definición clara y detallada de cada actividad en orden secuencial, el uso de ayudas visuales como diagramas o fotos que faciliten la comprensión, la fijación de estándares de calidad con parámetros medibles, la identificación de las herramientas necesarias para ejecutar cada tarea, la asignación precisa de los responsables de cada actividad, la frecuencia con que debe realizarse el proceso y, de forma opcional, el tiempo estimado para cada paso. Estos elementos permiten lograr procesos consistentes, eficientes y mejorables de forma continua. Esto facilita el aprendizaje, especialmente para los trabajadores nuevos ya que permite entender visualmente lo que se debe hacer. Por ejemplo, si se debe instalar una pieza en cierto lugar, una imagen indicando la ubicación correcta puede evitar errores y mejorar la precisión del trabajo. Estas ayudas visuales son claves para garantizar que todos sigan el mismo procedimiento. El tercer elemento es el estándar, que representa el resultado esperado una vez ejecutada la actividad. el video nos enseña que para estandarizar un proceso se necesitan al menos seis elementos principales: actividad, ayuda visual, estándar, herramientas, responsable y frecuencia. A estos se puede añadir el tiempo estimado como un complemento muy útil. La estandarización no es simplemente documentar un procedimiento, sino crear una base sólida para que el trabajo se realice de manera eficiente, uniforme y segura. También permite medir, controlar y mejorar las operaciones continuamente.