Las operaciones básicas (sumar, restar, multiplicar y dividir) son muy importantes en la educación matemática. Son como los cimientos de una casa: si están bien firmes, todo lo demás se construye mejor. Cuando los niños y niñas aprenden bien estas operaciones, les resulta más fácil entender otros temas como las fracciones, el álgebra o los problemas más difíciles.
Camargo y Reyes (2018) explican que estas operaciones son necesarias para que los estudiantes desarrollen su pensamiento matemático desde pequeños. No se trata solo de aprender a hacer cuentas, sino de entender cómo funcionan los números y cómo se pueden usar para resolver problemas reales.
Por otro lado, Rico y Castro (2015) dicen que si un estudiante no domina bien las operaciones básicas, puede tener dificultades cuando avance a otros niveles. Esto puede hacer que pierda el interés por las matemáticas o que se sienta frustrado.
Por eso, como futuros docentes, es muy importante que busquemos formas de enseñar estas operaciones de manera divertida y clara. Podemos usar juegos, materiales concretos, situaciones de la vida diaria y trabajo en grupo para que los alumnos comprendan mejor.
¿Conocen alguna estrategia o actividad que ayude a enseñar mejor las operaciones básicas? ¿Han visto cómo el dominio de estas operaciones influye en otras áreas de las matemáticas?
Referencias:
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Camargo, J., & Reyes, M. (2018). Didáctica de las matemáticas en la educación básica. Editorial Académica Española.
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Rico, L., & Castro, E. (2015). Dificultades en el aprendizaje de las matemáticas. Editorial Síntesis.