A mi consideración la intervención familiar fue la mas adecuada porque al trabajar en un espacio terapéutico donde este toda la familia se puede explorar y modificar patrones relacionales disfuncionales que pueden estar alimentando el problema, fortalecer la red de apoyo del paciente en su proceso de cambio, promover la responsabilidad compartida del bienestar familiar, en lugar de centrar todo el problema en el paciente, aumentar la conciencia de cómo cada miembro influye directa o indirectamente en la dinámica actual, facilitar acuerdos y límites claros entre el paciente, sus padres y su esposa, reduciendo la reactividad emocional y fomentando una comunicación más funcional.
La terapia familiar no sólo busca el bienestar del paciente identificado, sino la reorganización de un sistema familiar que, sin intención consciente, puede estar participando en el mantenimiento del malestar individual y colectivo, considerar esta intervención es clave para lograr un cambio sostenible y una recuperación integral, puesto que en el caso planteado el consumo de sustancias no sólo afecta al individuo identificado (paciente), sino que estaba profundamente influido y mantenido por patrones familiares disfuncionales, estilos de comunicación ineficaces, lealtades invisibles, triangulaciones y roles no adaptativos, asimismo, los conflictos conyugales y parentales pueden actuar como factores estresantes que perpetúan el consumo o dificultan la recuperación, generan problemas más personales como fue el caso de tener problemas con su esposa a tal grado de querer separarse.