En contraste, el polipropileno isotáctico tiene grupos metilo dispuestos de forma regular a lo largo de la cadena. Estos grupos, aunque menos voluminosos que los flúor, también restringen la rotación, aunque en menor medida. Esta disposición regular permite al polímero cristalizar fácilmente, lo que reduce aún más la movilidad de sus cadenas. Sin embargo, en comparación con el PTFE, el polipropileno es algo más flexible debido a una menor rigidez conformacional impuesta por sus sustituyentes laterales.
Ambos polímeros muestran cómo la estructura molecular –específicamente la geometría y el tipo de sustituyentes– afecta la flexibilidad. La “interferencia del pentano”, una limitación conformacional generada entre átomos separados por cinco eslabones, también es más significativa en cadenas con grupos voluminosos, lo que amplifica la rigidez del polímero, la flexibilidad molecular de un polímero depende de la libertad de rotación de su cadena.