Sí, la constitución de compañías societarias en nuestro país representa una fuente efectiva de generación de empleo formal y sostenible, especialmente a partir de las reformas introducidas por la Ley Orgánica de Emprendimiento e Innovación (Registro Oficial Suplemento No. 151, del 28 de febrero de 2020) y la Ley de Modernización de la Ley de Compañías (Registro Oficial Suplemento No. 425, del 28 de diciembre de 2020). Estas normativas han facilitado la creación de empresas, reduciendo trámites y costos, e incorporando nuevas figuras como la Sociedad por Acciones Simplificada (S.A.S.), que puede constituirse incluso por una sola persona, sin necesidad de escritura pública.

El Código de Trabajo y la Ley de Seguridad Social obligan a las sociedades formalmente constituidas a cumplir con disposiciones laborales como la afiliación de sus trabajadores al IESS y el respeto a derechos fundamentales como el salario básico, estabilidad laboral y condiciones dignas de trabajo. De esta manera, la constitución de compañías impulsa el empleo formal y mejora la calidad del trabajo.