Sí, estoy de acuerdo con el compañero, ya que los instrumentos de planificación a nivel macro, como las políticas educativas y el currículo nacional, son fundamentales para la cohesión y la calidad del sistema, pero que su carácter centralizado y rígido puede limitar la contextualización y la autonomía pedagógica, representando un desafío para adaptar la educación a las realidades locales y promover una enseñanza más pertinente y creativa.