La evaluación educativa no solo debe limitarse a medir el nivel de conocimientos adquiridos por los estudiantes, sino que también tiene un papel fundamental en el desarrollo de su autonomía y responsabilidad sobre el propio aprendizaje. En este sentido, la evaluación formativa se presenta como una estrategia que acompaña y guía a los estudiantes para que sean conscientes y responsables de su proceso educativo.
Como se señala en la literatura, “la evaluación formativa tiene como objetivo desarrollar un aprendizaje responsable y consciente en los estudiantes a través del acompañamiento” (Redalyc, 2022). Esta función formativa permite que los alumnos no dependan exclusivamente del juicio del docente, sino que se involucren activamente en la valoración de sus progresos y dificultades. De esta manera, la evaluación se convierte en un espacio para que los estudiantes asuman el control y la responsabilidad de su aprendizaje.
Además, la participación activa del estudiante en la evaluación, mediante procesos como la autoevaluación y la coevaluación, fomenta la autorregulación y el desarrollo de habilidades metacognitivas. Según Delval (1997), citado en Dialnet (2016), “la evaluación permite transferir al alumnado el control y la responsabilidad de mejorar su aprendizaje… promoviendo la autorregulación por medio de estrategias, actividades e instrumentos de autoevaluación y coevaluación”. Esto implica que el alumno se convierte en un “constructor” de su aprendizaje, consciente de sus decisiones, dificultades y logros, lo cual fortalece su autonomía.
La coevaluación, en particular, ha demostrado ser un mecanismo eficaz para promover la autonomía y la responsabilidad estudiantil. Un estudio realizado en estudiantes de educación media evidenció que la coevaluación “es efectivamente un mecanismo que promueve la autonomía estudiantil y la responsabilidad” (PUCE, 2022). Este tipo de evaluación compartida permite a los estudiantes desarrollar pensamiento crítico, tomar decisiones informadas y asumir un compromiso activo con su formación.
Por tanto, integrar la evaluación formativa, la autoevaluación y la coevaluación en los procesos educativos no solo mejora el aprendizaje, sino que también contribuye a formar estudiantes autónomos y responsables, capaces de gestionar su propio desarrollo académico y personal.
Redalyc. (2022). La evaluación formativa en la educación. https://www.redalyc.org/journal/4498/449872026006/html/
Dialnet. (2016). La participación de los estudiantes en la evaluación del aprendizaje. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5056855.pdf
PUCE. (2022). La coevaluación como mecanismo para el aumento de la autonomía y responsabilidad estudiantil en educación física. https://repositorio.puce.edu.ec/items/bb2838e7-39ae-49e9-b54a-636838c5de0b