Presidente de Colombia dice que solicitará a Daniel Noboa liberación de presos políticos y plantea integración regional.
24/05/2025
La declaración del presidente Gustavo Petro en la posesión de Daniel Noboa trasciende la diplomacia tradicional para convertirse en una audaz propuesta geopolítica de recrear la "Gran Colombia" del siglo XXI. Su solicitud de liberación de "presos políticos" no es solo humanitaria, sino una táctica calculada para ejercer presión política sobre Ecuador y posicionarse como líder democrático regional. La visión grancolombiana incluye elementos ambiciosos como ciudadanía común, moneda virtual, parlamento conjunto e integración energética entre Colombia, Ecuador, Venezuela y Panamá.
Esta propuesta busca crear un tercer polo de poder regional, alternativo tanto al eje México-Estados Unidos como al Brasil-BRICS, aprovechando la posición estratégica de estos países en la competencia geopolítica global. Para Ecuador, representa oportunidades de cooperación en seguridad y acceso a mercados, pero también riesgos de injerencia en asuntos internos y presión sobre su sistema judicial. La iniciativa llega en momento de extrema polarización ecuatoriana, donde puede exacerbar divisiones existentes e internacionalizar conflictos domésticos.
Aunque coherente con el perfil progresista de Petro, la propuesta enfrenta limitaciones prácticas significativas: diferencias en sistemas políticos, crisis de legitimidad en varios países, resistencias internas y restricciones económicas. Los escenarios futuros van desde diplomacia meramente simbólica hasta integración gradual o polarización regional. El éxito dependerá de factores como la respuesta ecuatoriana, la evolución venezolana, futuras elecciones regionales y la reacción de potencias externas. Más allá de su viabilidad práctica, la declaración revela las tensiones del momento latinoamericano actual: la búsqueda de autonomía estratégica en un mundo multipolar y la tensión persistente entre integración regional y soberanía nacional.