La salud mental no puede desligarse de hablar de derechos humanos. Me hizo reflexionar sobre cuánto nos falta como sociedad para ver a las personas con condiciones mentales como sujetos de derecho y no como pacientes pasivos. Algo que me impactó fue cómo se denuncian prácticas comunes como medicar sin consentimiento o aislar a personas mayores, y cómo esto atenta contra su autonomía.
Abordar este tema me parece indispensable, no basta con saber diagnosticar o tratar, también tenemos que asegurarnos de que el entorno, las instituciones y las políticas respeten la dignidad y libertad de cada individuo. La salud mental no se trata solo de una intervención médica, sino también de garantizar que las personas vivan con respeto, con voz y con opciones. Este video es una invitación a humanizar la práctica clínica y a repensar qué significa realmente nuestro rol y la lucha que tenemos como profesionales de la salúd