Respondiendo a la pregunta si los niños crecen sin una base sólida de valores, las consecuencias para la sociedad pueden ser profundamente negativas. En primer lugar, aumentaría la falta de empatía y respeto hacia los demás, lo que podría generar mayores niveles de violencia, discriminación y conflictos. Además, una sociedad sin valores tiende a volverse más individualista y egoísta, donde priman los intereses personales por encima del bien común.
También se vería afectado el sentido de responsabilidad y compromiso, lo que impactaría en la forma en que se asumen roles ciudadanos, laborales y familiares. Sin valores como la honestidad, la solidaridad o la justicia, sería difícil construir una convivencia pacífica y equitativa