En lo personal, no estoy completamente de acuerdo con mi compañera Odalis. Ella sostiene que ofrecer disculpas no sería útil y que incluso podría alimentar más el resentimiento. Sin embargo, considero que esto no necesariamente sería así. ¿Y si, por el contrario, unas disculpas sinceras ayudaran a sanar heridas históricas y permitieran una mayor reconciliación entre la sociedad y la Iglesia? Desde mi punto de vista, un acto de disculpa podría fortalecer el vínculo con el pueblo, promoviendo el diálogo y la unidad, en lugar de causar más división.
Si bien es cierto que la colonización trajo consigo violencia, opresión y muerte, también es verdad ,como menciona Odalis que trajo enfermedades que afectaron gravemente a las poblaciones indígenas, quienes no tenían defensas naturales contra ellas. Concuerdo en que muchas de las muertes no fueron directamente provocadas por la violencia, sino también por estas enfermedades. No obstante, reconocer todos estos hechos mediante una disculpa podría ser un acto de justicia simbólica y un paso hacia la sanación colectiva.